El pueblo se encuentra en la Tierra de Vitigudino, y dentro de ella en la comarca de La Ramajería, una zona a caballo entre las tierras de Ledesma y Vitigudino. La comarca perteneció primero al alfoz de Ledesma, más tarde al Ducado de Alburquerque y, durante el siglo XVIII, al partido de Ledesma. En 1833, en la reorganización administrativa, pasa a incluirse en el nuevo partido judicial de Vitigudino, y así llega hasta nuestros días.

La Ramajería

Según indica el profesor Antonio Llorente Maldonado en su libro Las comarcas históricas de Salamanca la denominación de Ramajería que sostiene Fernando de Gotta es la más creíble:

 

"Ramajero es el ganado vacuno de Vitigudino que en las épocas de falta de pastos tiene que recurrir al ramón de los robles y a la barda para poder sobrevivir. Es ganado que se mantiene en ocasiones a base de ramaje o ramón: de ahí ramajero; y por extensión ramajero habría pasado a significar habitante de esta comarca. Después surgiría el macrotoponímico: RAMAJERÍA, como tierra de los ramajeros."

 

El riñón de la Ramajería comprende, según opinión del mismo profesor Llorente, los siguientes pueblos o lugares: Cerezal de Peñahorcada, Zarza de Pumareda, Fuentes de Masueco, La Peña, La Vídola, Cabeza del Caballo, Milano, Villasbuenas, Valsalabroso, Las Uces, Villar de Samaniego y Valderrodrigo.

 

A estos pueblos y lugares hay que añadir, para establecer el presunto límite máximo de la Ramajería, los siguientes: Encinasola, Picones, Guadramiro, Barceo, Barceíno, Sanchón de la Ribera, Ahigal de Villarino, Zarza de Don Beltrán, Cabeza de Framontanos, Trabanca, Almendra, Robledo Hermoso, El Carrasco, Barreras, Brincones e Iruelos